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Memoria fotográfica: aprende qué es y cómo desarrollar esta sorprendente habilidad

La memoria fotográfica o eidética es la capacidad de recordar cosas que ya hemos visto de forma precisa. Por tanto, como su nombre indica, la memoria fotográfica funciona como una fotografía que guardamos en nuestros archivos de memoria y que podemos recuperar en cualquier momento.

¿Es posible tener memoria eidética?

Dick Grayson (nombre en clave: Nightwing), el superhéroe que tiene una memoria eidética perfecta.

En otras palabras: ¿existe esta capacidad o estamos ante una capacidad extraordinaria, propia de los superhéroes de los cómics como Dick Grayson?

nightwing

Para Barry Gordon, profesor de neurología de la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins, la respuesta es no. No podemos tener recuerdos fotográficos perfectos. Es imposible que recurramos a imágenes que ya hemos visto y las recordemos hasta el más mínimo detalle, como hacemos con las fotos almacenadas en nuestro portátil o smartphone.

En el sentido exacto de la expresión, solo podemos encontrar memoria fotográfica en la ficción.

Lo que sí existe, dice el profesor Gordon, son tipos de memoria. Y la capacidad de recordar caras, paisajes e imágenes en general es nuestra memoria visual, que todos tenemos. Los signos, los números, los nombres y los conceptos están asociados a otros tipos de memoria.

Pero el profesor Gordon reconoce que pueden existir recuerdos excepcionales. Personas que han llegado a desarrollar su memoria casi a la perfección. No es que hayan conseguido una memoria fotográfica perfecta, ya que eso es imposible. Pero gracias a una combinación de factores, como la genética y la práctica, estas personas consiguen desarrollar una memoria superior a la media. Nada que se pueda comparar con un Dick Grayson, ¡es bueno dejarlo claro!

Cómo desarrollar una mejor memoria fotográfica

Hay muchas técnicas de memorización. Todos ellos, sin embargo, parten del principio de que lo que se quiere memorizar, ya sea una imagen o una idea, tiene que tener un significado para nosotros. Tiene que tener sentido, insertarse en un contexto de cosas ya conocidas, asociándose a ellas. Así que cualquiera que quiera desarrollar una buena memoria, fotográfica o no, debe ir en busca de esos significados, de esas conexiones.

La técnica primordial: el Palacio de la Memoria

No faltan técnicas de memorización. Sólo tienes que buscar en Google y verás la gran cantidad de consejos y sugerencias para mejorar tu capacidad de recordar cosas.

El campeón estadounidense de memorización, Joshua Foer, enseña que la buena memoria no tiene que ver con los dones innatos. La verdad, según él, es que aprendemos a tener buenos recuerdos. Y una técnica básica, además de muy eficaz, para conseguirlo es el Palacio de la Memoria.

En realidad, la técnica del Palacio de la Memoria es muy antigua, quizá la más antigua de la que se tiene constancia. Fue ideado por el poeta griego Simónides (556 a.C.-468 a.C.) tras un trágico suceso del que salió ileso. Después de hablar en un banquete, el techo de la sala se derrumbó, matando a todos los invitados excepto a Simónides, que ya había abandonado el palacio.

Como los cuerpos de los presentes habían sido desfigurados y, por tanto, no podían ser reconocidos, Simónides fue la única persona capaz de localizar a las personas, facilitando su identificación. Después de un tiempo con los ojos cerrados, consiguió recordar exactamente el lugar donde estaban todos en el momento del accidente.

De ahí surgió la técnica, que consiste en asociar lo que queremos recordar con espacios, lugares o incluso habitaciones de un palacio.

Joshua Foer ha perfeccionado un poco esta técnica. Veamos cómo funciona paso a paso:

  1. Imagina tu casa.
  2. Ahora imagina una cosa muy absurda, muy inolvidable frente a la puerta de tu casa. Por ejemplo, imagina que hay delante de la puerta de tu casa un pájaro carpintero abrazando una escoba.
  3. Hecho esto, crea una imagen igual o más loca que esa para cada habitación de tu casa. Por ejemplo: en el salón, hay Pokémon cantando ópera, en la cocina el rey jugando al golf… Cuanto más extraña y divertida sea la imagen, más inolvidable será.
  4. Por último, puebla cada habitación con cosas que quieras recordar. Frente a la puerta, junto al carpintero abrazando su escoba, esa fórmula de física que no puedes olvidar para el examen. En la cocina, junto al rey jugando al golf, ese concepto o tema del que no puedes olvidarte de hablar en la presentación oral de mañana.
  5. Hazlo con toda la información o imágenes que necesites recordar.
  6. Cuando llegue el momento, revisa todos esos espacios mentalmente, donde te reencontrarás con esas imágenes inolvidables (y algunas bastante divertidas) con las cosas que quieres recordar.
  7. Con el tiempo, y tras mucha práctica, serás cada vez más rápido.

Se trata de un problema de salud pública.

Gracias a esta técnica, Joshua Foer se convirtió en el plusmarquista americano de memorización de letras. En otras palabras, no hace falta ser ningún Dick Grayson para tener una memoria fantástica.

Conoce la historia de Joshua Foer: campeón americano de memorización

Joshua Foer posee una de las memorias más brillantes de Estados Unidos. Es capaz de recordar el orden exacto de las cartas de una baraja completa tras observarlas durante solo 1 minuto y 40 segundos. ¡Eso sí que es memoria fotográfica!

Joshua Foer tiene una memoria extraordinaria. Pero, ¿ha nacido así?

¿Es un regalo? ¿Alguna habilidad extraordinaria? ¿Estamos ante un Dick Grayson fuera de los cómics?

La respuesta es no. Joshua Foer es periodista. Un año antes de ganar el Campeonato de Memoria de Estados Unidos en 2006, cubrió la competición como periodista. Se interesó tanto por el tema que decidió estudiarlo. Y se entrenó mucho. Solo un año de entrenamiento le bastó para convertirse en el recordman de Estados Unidos en memorización de letras.

¿Cómo logró esta hazaña en tan poco tiempo? La formación, dice. Hay que entrenar la mente si queremos mejorar nuestra capacidad de memorizar cosas. Y aquí ya estamos hablando de todos los tipos de memoria, no únicamente de la fotográfica.

Los buenos memorizadores no son más inteligentes ni tienen el cerebro más desarrollado.

Una de las cosas más interesantes que Joshua descubrió en su investigación fue que el buen memorizador no es necesariamente más inteligente que otras personas. Esto, de hecho, lo confirma una investigación realizada por investigadores del University College de Londres.

Estos investigadores sometieron a dos grupos a pruebas de inteligencia, además de analizar los cerebros de estos individuos durante las pruebas de memorización. Uno de los grupos estaba formado por campeones de la memoria. La otra, por personas con una memoria considerada media.

Llegaron a la conclusión de que no hay diferencias cognitivas entre los grupos. En otras palabras, los prodigios de la memoria no son más inteligentes que los simples mortales con memoria media, como muchos de nosotros.

Otra conclusión es que no hay diferencias anatómicas entre los cerebros. No hay nada especial en el cerebro de estos tipos que les haga recordar las cosas más que nosotros.

Pero había una cosa que diferenciaba a los dos grupos: durante las pruebas de memoria, los campeones de la memoria utilizaban una parte del cerebro diferente a la de las personas del grupo de control. Utilizaron una región del cerebro asociada a la memoria espacial. Y esta es la clave para averiguar cómo es posible desarrollar una memoria fotográfica más refinada.

 

Written by Laura Gomez

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